Mayo… La explosión de la naturaleza en su máxima expresión nos prometía una preciosa ruta, saborear la paleta de colores que nos ofrece en primavera la naturaleza.
Una ruta que deberíamos haber realizado en marzo, pero que por motivo climatológicos, se suspendió. Aunque algunos locos como yo, no dudamos en realizar, dado el encanto que supone hacer una ruta donde el paisaje se torna blanco, como si se tratase de algodón. En esta ocasión no se pudo realizar completa, pero si tuve la oportunidad de captar las imágenes siguientes:
La mayoría conocemos el acueducto de Segovia, bien personalmente o por fotografías, pero ¿cómo y dónde captaban el agua los romanos, para hacerla llegar a la ciudad de Segovia? Durante esta ruta no solo haremos senderismo, además daremos respuesta a esta pregunta.
El acueducto de Segovia, se construyó para hacer llegar el agua desde la Sierra de Guadarrama hasta la ciudad. La palabra acueducto proviene de la unión de dos palabras latinas: aqua (agua) y ducere (conducir). Es la obra civil romana más importante de España, siendo un símbolo en la época de esplendor del imperio romano. Declarado Patrimonio de la Humanidad desde 1985.
El recorrido de esta ruta corresponde a la realizada en el mes de mayo.
Emprendemos nuestro recorrido al píe de la Sierra de Guadarrama, en la localidad de Revenga. Los primeros kilómetros transcurren por un amplio sendero, desde donde pudimos contemplar la alineación montañosa llamada La Mujer Muerta; bordear el Embalse de Puente Alta, donde se reflejan bosques o ver algún ave hacer hidroplaneo sobre sus tranquilas aguas.
Continuamos nuestra senda por el camino de la izquierda, atravesando la cañada real y seguiremos hasta llegar a un nuevo camino que tomaremos a la derecha empezando nuestra subida por zona de pastos y robledales. Al terminar la subida, nos desviaremos por la pista forestal de la derecha, donde empezaremos nuestra bajada en busca del azud.
A partir de este punto, la pista se pierde en un sereno pinar y se inicia la parte más hermosa de la ruta. Robustos árboles, que hacen de bóveda impidiendo la entrada al astro rey, praderas verdes donde te invitan a revolcarse como un niño y el sonido del transcurrir del río Frío, donde allí toma el nombre de río de La Acebeda. Despiertan nuestros sentidos, preparándonos para disfrutar de este apacible paraje y lugar donde recoge las aguas el azud.
Mi pena, y el motivo por el cual no pudimos completar la ruta en marzo, es la cantidad de pinos caídos, doblados, arrancados de sus raíces por la adversa climatología de este pasado invierno. La contemplación de estos inmensos pinos en el suelo, te hacen reflexionar en la pequeñez de nosotros, ante un desastre natural.
Pronto encontraremos un mojón de piedra, que indica la propiedad real de estos montes. Tras un pequeño repecho, encontraremos el azud. El río da una curva para continuar con un salto de agua, en ese recodo se inicia la canalización del agua. La presa de derivación invita a parte del agua del arroyo, a entrar por el canal, que continuará por varias balsas decantadoras de arena, donde separa los componentes de mayor densidad, quedando el agua clarificada en su superficie, para desaparecer por una conducción subterránea y realizar el viaje que la llevará hasta Segovia.
Bueno….. creo que ya hemos dado con la respuesta a cómo y dónde captaban el agua los romanos, haciéndola llegar a la ciudad de Segovia. Sentados sobre piedras milenarias, pudimos saborear nuestro acostumbrado bocadillo, mientras pensábamos en la obra de ingeniería realizada, hace unos 2000 años.
RUTA: Circular
DIFICULTAD: Media / baja
DISTANCIA: 15 kms.
Había la leyenda……
LA LEYENDA DEL ACUEDUCTO
Cuenta la leyenda que en una ocasión, una muchacha que acarreaba un gran cántaro de agua hacia su casa exclamó con fastidio: “Daría cualquier cosa porque el agua llegase sola a las puertas de la ciudad y así no tener que volver nunca a recorrer este camino”.
Nada más pronunciar estas palabras, escuchó a su espalda una voz melodiosa que le preguntaba si de verdad estaría dispuesta a dar cualquier cosa a cambio de no tener que volver a realizar aquella labor. Al escuchar esta pregunta la joven se dio la vuelta sumamente sorprendida, ya que habría jurado que el camino estaba desierto y nadie la seguía. Pero no, allí estaba, salido de no se sabe bien donde, un elegante señor de edad indefinida, poseedor de un fino bigote y una extraña perilla puntiaguda………..
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ENLACES DE INTERÉS:
Gracias por revitalizar mi memoria recordar la senda la historia los árboles la noble madera de lis pinos todavia hay una tienda en madrid..calle de la madera donde se vendia el pino de valsain y la nieve y la nieve y la estufa , de nuevo gracias
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Gracias Felipe Lampero, por tus palabras. Siempre que escribo, trato de que aflore lo que percibo desde los sentidos y los sentimientos, tratando de que llegue a todos vosotros y disfrutéis tanto como yo lo hago.
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