La niebla invade la sub-meseta sur Castellana, haciendo que el paisaje se divisara como a través de unos cristales empañados. Los colores desaparecían, absorbidos por la luz blanquecina y lechosa, pintando la meseta en tonalidades grises.
Así empezó nuestra ruta que une las villas de Rielves, Barcience y Huecas situadas en la comarca de Torrijos (Toledo). Ruta de pequeño recorrido (PR-TO 10) y también parte del camino de Santiago.
Durante la primera parte del camino (Rielves-Barcience), la niebla fue nuestra compañera, hasta otear en el horizonte el Castillo de Barcience que se elevaba entre la niebla desde su cerro denominado El Caserio, dando paso a los primeros rayos de sol que presagiaba una prometedora mañana de luz.
En este tramo pudimos visitar el castillo medieval de Barcience que conserva sus paredes exteriores y la torre del homenaje, pero su interior está totalmente destruido.
Desde este punto, seguimos nuestro sendero camino de Huecas. En este municipio, existe el yacimiento arqueológico del “Valle de las Higueras”, que data del III milenio a.C., que determinan a Huecas como un núcleo de población relevante en el interior de la península.
La llegada a Huecas, fue para reponer el “pequeño” desgaste con un descanso y aprovechar para comer, compartiendo charlas y viandas, como es habitual en nuestras rutas. El lugar elegido, una fuente al píe del camino de Toledo y con la sombra de la torre de la iglesia parroquial de San Juan Bautista como convidada a nuestra reunión.
Reanudamos el sendero camino a nuestro punto de partida, Rielves, dejando a nuestras espaldas el perfil de la iglesia de Huecas, y de frente los Montes de Toledo. El cielo se colmo de nubes que nos dieron cobijo como sombrilla, dado la poca vegetación existente.
En este tramo apreciamos la inmensidad del paisaje de la estepa Toledana con sus ondulaciones de terreno, utilizado para cultivo de secano de cereal, vid, olivos y pistachos.
Una ruta de nieblas, sol y nubes, con algo de historia.
RUTA: Circular
DIFICULTAD: Fácil
DISTANCIA: 16 km.
El León Rampante de Barciense
Esculpido por artesanos de la piedra, navarros, altivo por su esbeltez, de pie en sintonía con la propia torre, ocupa varios metros del lienzo de esa piedra que como gran escudo heráldico le atesora. Sus casi cinco metros de altura por tres metros de anchura, tallado directamente en la misma piedra sillar de su costado oriental le da la singularidad de un castillo único en toda la Castilla amesetada. No hay otro igual.
Texto recogido de: Tres culturas. La otra historia del Reino de Toledo













Muchas gracias Conchi.
Me ha gustado mucho como siempre.
Eres una artista! !
Un beso
Mila
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias por tus palabras Mila.
Disfruto plasmando nuestras vivencias de andarines en el blog.
Besos para ti.
Me gustaMe gusta