De cómo una gata, de la Villa y Corte de Magerit, decidió dejar de estar en los tejados y llenar su mochila con todas aquellas cosas que hacen que la vida merezca la pena.
Con una mochila, mis botas y mi cámara empecé a hacer caminos, compartiendo estas experiencias con mi grupo de senderismo.
También quiero reflejar aquellos lugares, que me han hecho feliz y que junto a mi Madrid, forman parte de mi memoria.
En este cuaderno de bitácoras personal, os dejo en fotografías, esos momentos para compartirlos con todos vosotros.
No tuve conciencia de aquella caminata y sólo volví en mí cuando, sentados cerca de una fuente, Petrus mojó mi rostro y mi nuca con agua fresca.
El Peregrino de Compostela
(DiARIO DE UN MAGO)
Paulo Coelho

Me encanta como has dejado los tejados por los caminos ….
Me gustaLe gusta a 1 persona
Si!!!!!! Dejar los tajados para poner los pies en los senderos.
Me gustaMe gusta