
Noche de orilla del río,
chopo ceñido de estrellas,
santo silencio que sellas
la quietud del albedrío.
«Becedas» Miguel de Unamuno
Las nubes se abrían paso, dando al día luminosidad, pero a veces el cielo volvía a cubrirse tratando de esconder al astro rey en esta mañana de septiembre, mientas nos dirigíamos al Parque Regional de la Sierra de Gredos.
La erosión graciar, a través de los siglos, a moldeado la Sierra de Gredos, formado parajes tan cautivadores como el pico Almanzor (2.592 mts.) y hasta sus valles hacen de este parque el paraíso para cualquiera que desee disfrutar de la naturaleza.

En ello andaba mis pensamientos, mientras mis ojos se perdían a través de la ventana del vehículo, observando la carta de presentación que el Valle del Tiétar me ofrecía. Ganas había de empezar a compartir camino con mis compañeros de pisadas andarinas y esta ruta nos llevaría a recorrer parte de este valle. Partiendo desde uno de los pueblos más acogedores de la serranía de Gredos, Piedralaves (Ávila)
Arrancando desde esta localidad, mi deambular me lleva al inicio del sendero, y como precioso guardián con su uniforme naranja, un inmenso alcornoque me recibe dándome la bienvenida.

Durante este recorrido, pude observar ejemplares desprovistos de su gruesa y rugosa corteza, cuya una de sus utilidades más importantes es la fabricación de tapones de corcho. Una vez descortezado el árbol, este regenerará nuevamente su corteza, volviendo a cubrirse de su rugosa vestidura. Alcornoques, que siempre me han fascinado por el colorido que cubre sus troncos después del descortezado, formaron parte de esta senda.
Esta mañana, la sierra cubre sus picos de nubes grises, dando al entorno esa belleza especial que te indica que la estación del verano va llegando a su fin.

Mientras deambulo por el sendero que discurre por la pradera de las Navazuelas, contemplo los primeros pinos que con su esbeltez se alzan en el sendero dando sombra al camino, y a las orillas extensos prados rodeados de fresnos y cultivos de olivos.

Continuo el sendero, entre un poco de conversación y observar un entorno natural que me causa quietud. El camino está indicado, llevándome hasta alcanzar el río Escorial qué junto al charco de los Alogres, nos sirvió a todos como zona para un pequeño descanso, mientras cambiábamos impresiones sobre la ruta. Este paraje bien se merece un ratito de contemplación.

Siguiendo el cauce del río Escorial, cuyas aguas son vertidas al río Tiétar dando nombre al valle, corren transparentes en un discurrir entre bolas de piedras y remansos, hasta encontrarse con el río Tiétar en el paraje llamado Las Juntas, y desde donde otear el horizonte con la majestuosidad de la sierra como perfil.

El camino serpentea entre dehesas y pinares hasta vislumbrar los campos de labranza cercanos a Piedralaves, indicativo de que volvemos al punto de partida de esta sorprendente ruta.

Un itinerario que he saboreado en la tranquilidad de un valle a los pies de la Sierra de Gredos.

GALERÍA







DATOS RUTA
RUTA: Circular
DIFICULTAD: Fácil
DISTANCIA: 12 kms.
ENLACES DE INTERÉS
Turismo Piedralaves
Wikiloc: Ruta El Vado
Descubre más desde La Mochila de CopaAl
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Es agradable caminar por lugares tan especiales. Buen reportaje. Un saludo.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Gracias por tu comentario, es todo motivación para seguir publicando y compartiendo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Una ruta de lo más natural 💯
Me gustaLe gusta a 1 persona
La madre naturaleza nos premia con estos bellos parajes.
Me gustaMe gusta