«… y sentí borbotar los manantiales como de niño yo los escuchara.»
Federico García Lorca . Fragmento poema Manantial (1919)
En las faldas de Parque Nacional de Sierra Nevada hay un valle llamado Dílar, donde entre barrancos discurre el cauce de un río que da nombre al valle.
Un río, que nace en el paraje de Los Laguinillos de la Virgen a 3000 mts. de altitud, entre pequeñas lagunas y pastizales donde el agua de neveros y arroyos llenan su cauce, que lo convertirá en río. Su curso, de aguas indómitas, frías y transparentes, fluye hacía la vega de Granada entre cortados, cañones y desfiladeros hasta alcanzar los campos de cultivo de Dílar.
En esta mañana de primavera, deambularemos por parte del su recorrido.
Acequia del río Dílar
Partiendo desde pueblo de Dílar y siguiendo sus acequias, alcanzaremos su curso de agua que seguiremos hasta la central eléctrica, responsable de domar sus caudal a su paso. Un bello recorrido en estas tierras de Granada.
Andalucía es luz, esa luz que nos acompañó desde Granada y que durante todo el día cubrió el paisaje de un calor tenue de primavera.
Hay estaciones, que visten nuestro entorno con un espectacular colorido, son primavera y otoño. En esta ocasión, que mejor momento para realizar esta ruta que primavera. La naturaleza despierta después de adormecerse en el invierno brindándonos un espectáculo único.
La primavera nos da la bienvenida al pueblo de Dílar, y desde la ermita de Nuestra Señora de las Nieves patrona de Dílar, empezamos nuestro deambular por tierras granadinas.
Miro el horizonte contemplando el perfil de las cumbres de Sierra Nevada, y mis pensamientos me sumergen en el cambio climático. Apenas hay nieve en sus cumbres, una sensación de pena me invade ante un planeta, que poco a poco hemos destrozado. Pero eso es otra historia, que cada una o uno debe de ….. , de momento disfruto de lo que mis ojos contemplan.
El sendero me lleva por la acequia alta, desde la cual en diversos puntos se convierte en unos bellos miradores, donde contemplar zonas de cultivo y cortijos anclados en el paisaje como si de un nacimiento se tratara, así como las cumbres de Sierra Nevada. Momentos donde contemplar y serenar el andar de mis pies.
Dejo la acequia alta, y tras una bajada alcanzó la pista de tierra paralela al cauce del río, que sigo corriente arriba. Siendo, a partir de este momento, el compañero inseparable de parte del sendero.
La mañana discurre con lentitud placida, en una senda que se desliza al compás del sonido del agua, el frescor y la vegetación de ribera. Llego a una zona de recreo donde posteriormente servirá como restaurante natural para nuestra comida, con mesas, árboles y el río a nuestros pies. Qué bello regalo.
Mi mirada se pierde entre la altitud de las paredes de Los Atalayones de Dílar y la Boca de la Pescá, que me rodean abrazándome, mientras llego a la Central de Nuestra Señora de las Angustias, construida en el Haza de las Parrizas entre 1914 y 1923.
Una vez repuestas nuestras fuerzas y compartida charla y mantel, volvemos por parte del mismo camino hasta el punto donde cruzamos el puente para encontrarnos con el cauce del río. En ese punto seguiremos por la pista hasta llegar a la población de Dílar.
Sierra Nevada queda a mis espaldas, pero la tentación es grande para evitar girarme, y seguir contemplando la majestuosidad de sus cumbres.
GALERÍA
DATOS DE RUTA
RUTA: Circular
DIFICULTAR: Fácil
DISTANCIA: 13 Kms.
ENLACES DE INTERÉS:
Wikiloc: Ruta Dílar – Acequias – central eléctrica
Andalucía: Dílar
Andalucía: Sierra Nevada
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