Por qué fotografío farolas…… luz, presencia, intimidad.
Siempre me han llamado la atención, incluso en mi infancia. Recuerdo las calles de mi viejo Madrid donde crecí y la luz tenue de las farolas reflejada en aceras, jardines, tiendas, edificios y en todo aquello que con mis ojos de niña vía. Todo tenía un encanto especial y desde entonces cuando viajo y observo a través del cristal de mi coche esos pueblos en el horizonte, iluminados con esa luz tenue amarilla, retrocedo a esas calles donde me vieron crecer y a los recuerdos de mi infancia, aquel barrio de Embajadores, testigo de los andares de mi niñez.
Siempre han estado ahí, contemplando desde su altura el deambular de viandantes, siendo testigos de la historia de aldeas, pueblos y ciudades. Testigos mudos de nuestras vidas. Ellas observadoras, inmóviles y alertas, guardan en su interior el mormullo de traiciones, canciones de borrachos, risas de niños, confidencias femeninas, besos en las esquinas…….
Ellas, conocedoras de los secretos de la vecindad, saben quién entra y quién sale, conocedoras de las andanzas del cura y el alcalde. Y de las tuyas y las mías.
La farola, observa y calla. Algún día, vieja ya, descansara llevándose los secretos de amores y desamores, traiciones, disculpas, besos y caricias. Ella se llevará parte de nuestras vidas, vividas bajo su tenue luz.
Y ahora me preguntas……… por qué fotografío farolas !!!!!!
Siempre ahí arriba alumbrando.
Siempre por mí está encendida.
¡Ahora de pronto te apago
y vuelves a estar dormida…!TEXTO: Poema “Fiel bombilla” de J.I. Salmerón