
Y de esta manera corre el agua desde la tierra al mar y la montaña se derrumba y, en esto se explota Hispania.
Plinio el Viejo. Historia Natural
Hay rutas que se quedan clavadas en mis retinas y que a pesar de los años sigo recordando con la nitidez del primer día.
Creo que esta ruta quedará impresa en mi memoria no solo por la belleza excepcional de su paisaje, por el recorrido histórico de la misma y por visitar uno de los pueblos más bonitos de España, sino por disfrutar de un día con una meteorología lluviosa que hizo que estos parajes se arropasen con un velo blanco, cuyo encaje cubrió las cumbres de los Montes Aquilianos.
Las Médulas, la mayor explotación romana de oro a cielo abierto. Una red de canales de agua de más de 600 kms. encauzaban los torrentes de agua, embalsándola en la parte superior de la explotación; la montaña se horadaba a través de una red de galerías deshaciendo la montaña y arrastrando los sedimentos hasta los lavaderos para la obtención del preciado metal.
Si os interesa conocer más sobre el tema: La Ruina Montium
Actualmente se han recuperado estos 9 canales como rutas de senderismo. Siendo uno de esos canales parte de nuestra ruta.

A los pies de los Montes Aquilianos se encuentra el Valle del Silencio también conocido como Tebaida Berciana, refugio de ermitaños en la alta Edad Media que encontraron en este valle la tranquilidad y soledad buscada. Ahora entiendo por qué.
Desde Ponferrada y a través de una sinuosa carretera de montaña en la que ya empezamos descubrir el maravilloso paisaje en el que nos adentrábamos, pusimos camino a nuestro punto de salida.
Un viaje, que me predispuso a poner todos mis sentidos en guardia para observar uno de los paisajes más bellos de las tierras leonesas.

Partimos desde Montes de Valdueza, donde se encuentra una de las abadías bercianas más importantes de la comarca Monasterio de San Pedro de Montes. Las nubes como pinceladas suaves cubrían de blanco lechoso el paisaje, mientras la lluvia nos obligaba durante parte del recorrido a cubrir nuestros ropajes y sentir la humedad como se adhiere a mi piel.

Mi primera sorpresa, una de tantas en este sendero, fue la vista de unos inmensos castaños centenarios que al pie del camino vigilaban como gigantes guardianes del bosque.
Íbamos tomando altura observando como el paisaje se perdía en la lejanía y Montes de Valdueza o San Pedro de los Montes se convertía en un pueblo diminuto a nuestros pies.
A pesar de la lluvia, que a momento no me permitía observar con detenimiento la espectacularidad del entorno, yo percibía entre olores a flores y bosque, como iba siendo parte de ese camino.
Mi mente volaba a la antigüedad, curioseando donde era patente, como fueron construidos los canales a lo largo de la ladera mediante el trabajoso método de tallar la caja en la pared rocosa, para que circulara el agua hasta Las Medulas.

Mientras deambulaba oteaba el infinito que me ofrecían las montañas y como el velo blanco de la mañana dejaba pasar a girones los rayos de sol de primavera, dado luz a este valle y sus montañas.
Peñalba de Santiago, posada en la ladera del monte se muestra orgullosa de su entorno mostrándome desde la lejanía porque fue declarada Paraje Pintoresco en 1969, pero todavía guardaba más secretos.

Cuando llegas el silencio invade sus calles y su arquitectura berciana no deja de sorprenderme, pueblo declarado Bien de Interés Cultura desde 2008 con categoría de Conjunto Etnológico, y desde 2016 también forma parte de la red de Los Pueblos Más Bonitos de España.

Que mejor broche a tanta belleza natural, que la propia belleza construida por el hombre.
















DATOS DE LA RUTA
RUTA: Lineal
DIFICULTAD: Media
DISTANCIA: 9 kms.