Describiré brevemente y por su orden estos ríos, empezando por Jarama…… Corre tocando la Provincia de Madrid por La Hiruela y por los molinos de Montejo de la Sierra y de Prádena del Rincón. Entra luego en Guadalajara, atravesando pizarras silurianas hasta el Convento que fue de Bonaval.
El Jarama, de Rafael Sánchez Ferlosio
Hace años decidí, y hacerlo como tradición, arrancar el año nuevo con una ruta de senderismo. Después de las semanas Navideñas, necesito el contacto con el silencio y la naturaleza, me reconforta. Es como sentir que pasas hoja al año anterior, mientras tienes en blanco las siguientes del presente año recién estrenado.
Dentro del Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara y en el valle de Alto Jarama, se encuentra el municipio de Retiendas, que será el inicio de esta ruta. Una senda donde unir cultura y naturaleza.
En Retiendas nos dirigimos hasta la zona recreativa del pueblo, donde arranca la pista que nos llevará hasta el puente sobre el río Jarama. Sin dejar su margen izquierda, aguas arriba, entraremos en la senda (GR-10 marcada en rojo y blanco) que nos encaminará hasta nuestra primera parada del camino.
La mañana se presentaba soleada, pero durante la noche el frío había dejado su presencia marcada en algunas partes del camino, recordándonos que el invierno estaba entre nosotros, mientras a nuestras espaldas dejábamos Retiendas.

La senda encajada entre robles y encinas, desnudos de su ropaje, forman parte de este paisaje que te adentra en el valle, guiándote hasta el monasterio cisterciense de Santa María de Bonaval
Nuestra parada cultural, se merece dedicarle una parada en el camino.
El Monasterio fue fundado en la segunda mitad del S. XII, por un grupo de frailes procedentes del monasterio de Balbuena (Valladolid) con la finalidad de extender la Orden del Cister por las tierras al sur del Sistema Central. Con ello el Monasterio se establecía en unas tierras compuestas por un valle fértil regado por el río Jarama con abundantes bosques y pastos para proporcionar madera, carbón y alimento para el ganado, además de canteras de piedra cercanas –piedra de Tamajón- para construir el monasterio. En 1821 fue abandonado por los monjes, pasando a manos privadas.
En la actualidad solo se conserva parte de su iglesia, principalmente la cabecera, crucero y nave meridional, además de una sacristía adosada al ábside del Evangelio y algunos paredones de lo que debieron ser dependencias monacales, celdas, refectorios, salones, etc. Está declarado Bien de Interés Cultural desde 1992.
El pequeño sendero desciende hasta el río Jarama, donde disfrute de una sosegada contemplación de este bello paraje, con el cantarín sonido del agua como compañía. Yo creo que sabían muy bien los monjes donde construir sus monasterios.
Después de este pequeño desvío cultural, volvimos a retomar el sendero GR10, el cual se irá adentrando en la hoz del río Jarama.
Al adentrarnos en la hoz, la parte más espectacular de la ruta, en las alturas los buitres leonados nos daban la bienvenida, con sus impresionantes vuelos y graznidos, a este tramo del curso del río Jarama.

En un entorno espectacular se alza las paredes de rocas calizas esculpidas a lo largo de siglos, que dan cobijo en sus oquedades y cuevas a estas rapaces aladas.
Ralentizo mis pasos para poder contemplar el fondo de la hoz. Esa extraordinaria pared redondeada que con diferentes tonalidades, oquedades, cuevas y cuyas laderas están jalonadas de chopos, encinas y robles, así como rocas cubiertas de un mullido y colorido verde, llamado musgo, hacen de ello un bello cuadro. Pinceladas de la naturaleza.

Continuamos nuestro camino, dejando que la hoz siga siendo un rincón natural que debemos preservar. Mientras, el paisaje va cambiando y convirtiéndose en una llanura cubierta de jara, para después seguir el camino custodiado por espectaculares encinas.
Este último tramo nos lleva por terrenos de olivos abandonados, pero que siguen agarrados al terruño en un derecho de supervivencia.
A unos metros, y después de cruzar el puente de la carretera en dirección Valdesotos, encontraremos el puente medieval, malamente llamado “romano”, que data del siglo XII y sé conserva en muy buen estado.
Puente medieval de Valdesotos
En este punto volveremos a desandar el sendero para retornar a Retientas, nuestro punto de partida. Un buen principio de año, esperando poder seguir compartiendo con vosotros mi deambular.








RUTA: Lineal
DIFICULTAD: Baja
DISTANCIA: 13 kms.