Tú, viejo Duero, sonríes
entre tus barbas de plata,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.
Romance del Duero – Gerardo Diego
Deambularemos por Tierras Sorianas, descubriendo las ruinas celtíberas de Numancia, los restos de un castillo, un antiguo monasterio y la ciudad más cantada por escritores y poetas.
Mientas nuestros pasos recorren la ribera del río Duero
El cielo de la mañana se cubría de nubes y la primavera nos hacía hervir la sangre ante el paisaje castellano de Soria, que ante nuestros ojos se desplegaba, invitándonos a descubrir estas tierras.
Arribamos al pueblo de Garray, salvaguardia de los vestigios de Numancia, para recorrer las ruinas de esta población celtíbera, donde el mito e historia se unen. Numancia fue y es, el símbolo de la resistencia y lucha de un pueblo por su libertad. Os animo a visitar su yacimiento. Visitar Numancia
Trazado de edificio público Aljibe con escaleras Detalle de la calle empedrada Casa de las Columnas Atentos a las explicaciones Detalles de utensilios Representación de torres vigias
Partimos desde Garray, atravesando el puente de piedra del siglo XVI, que con sus 16 arcos bañados por las aguas del Duero, da acceso a la Meseta. En nuestro recorrido atravesaremos tierras, cuyos nombres están ligados a los campamentos romanos, con los cuales Escipión cercó a la ciudad en su asedio.
Dejamos atrás tan triste historia, para adentrarnos en la frondosa ribera del Duero y seguir su margen derecha. Nuestro primer sonido es, el canturreo de sus aguas, compañeras en este recorrido hasta la ciudad de Soria.
Un paisaje ribereño, da entrada a esta senda y donde el Duero ha hecho crecer chopos, fresnos, sauces y, arbustos como los endrinos, rosales y majuelos, que en la explosión de primavera dejaban ver sus primeros brotes, dando ese color y olor que tanto nos gusta sentir en está estación.
Pasaremos por la antigua fábrica de harinas, uno de los inmuebles más bonitos de este entorno y en proceso de recuperación. Seguiremos nuestro camino y a poca distancia de Soria, cruzaremos por un puente peatonal y accederemos a su margen izquierda.
Esta parte del recorrido la realizaremos, por pasarelas donde el río Duero nos hace partícipe de estos bellos parajes, descubriendo en cada rincón la belleza de la naturaleza, ante mi cara de asombro.
En la lejanía vislumbro nuestro punto de llegada, el viejo puente de piedra, que desde el siglo XII con sus ocho tamajares, corta las aguas del Duero.
Pero nuestra ruta nos deparaba otra bella sorpresa, antes de sobrepasar el puente de piedra y acceder a la ciudad de Soria. El monasterio de San Juan del Duero (siglos XII-XIII), lugar donde discurre la leyenda de Gustavo Adolfo Bécquer, El Monte de las Ánimas. ¿Por qué será?
Su espectacular cláustro románico, que a pesar de haberlo visitado con anterioridad, me sigue sorprendiendo e invitando a un tranquilo paseo bajo sus arcos. No dejéis de hacer una visita a su pequeña iglesia, que también os sorprenderá.
RUTA: Lineal
DIFICULTAD: Fácil
DISTANCIA: 14 Kms