Hay un pueblo que cuando llega Julio, sus calles, plazas y balcones se engalanan.
Brindando a los ojos del viajero un arcoíris de tonalidades violetas.
Este lugar es Brihuega y sus campos de Lavanda.
Hacía tiempo que tenía ganas de volver a visitar este municipio, pero en una época del año donde su paisaje Alcarreño se transforma tapizando sus tierras de tonalidades violetas.
La mañana, a pesar del calor de Julio era cristalina y a la sombra de las calles de Brihuega nos permitió deambular, para descubrir un pueblo con rincones y monumentos que te invitan al sosiego o simplemente sentarte en un banco de los jardines que rodean algunos de sus monumentos. Mientras…., contempla los siglos reflejados en sus iglesias o palacios y deja pasar la quietud a tu lado.
Arco de la Guía. Construido en el siglo XIX por el General Hugo (padre del escritor Víctor Hugo). Plaza de la Guía Castillo de la Piedra Bermeja Iglesia de Santa María de la Peña Estilo cisterciense, alberga la imagen de la patrona de la localidad. Convento de San Francisco Detalle de la Plaza de Toros «La Muralla» Brihuega, cuenta con los segundos encierros más antiguos de España Iglesia de San Miguel Construida en el siglo XIII de estilo románico de transición con influencias del mudéjar toledano Iglesia de San Felipe Construida en el siglo XIII de estilo románico de transición y características basilicales
Mientras recorro sus calles y voy deteniéndome en observar esos pequeños detalles, con los que los Briocenses decoran sus puertas y ventanas, para Floración de la Lavanda.
Mariposas que revolotean colgadas de puertas, lazos y flores en rejas y balcones, paraguas colgados de árboles y hasta unos curiosos personajillos que al pie de una puerta, nos dan la bienvenida.
Detalles que decoran puertas… Balcones decorados Personajillos que nos dan la bienvenida
Desde el blanco al violeta, en toda su gama Brihuega se convierte en un colorido arcoíris de tonalidades como las que cubren sus campos en Julio. Celebrando así su Festival de Lavanda.
A la caída del sol, visitamos los Campos de Lavanda, a mí me gusta llamarlo «Espliego».
Tus ojos se posan en esos surcos malvas que se deslizan hasta el horizonte, mezclados con el color de la tierra Alcarreña y el dorado de los campos de trigo. Pero si verdaderamente quieres sentir todo su esplendor, anda entre los caminos de sus plantaciones y pon activos tus sentidos.
VISTA…. deja que tus ojos observen las tonalidades de esta planta. Mira sus tallos verdes y el color de la tierra donde está sembrada. Deléitate con el horizonte y pierde tu vista en él.
OLFATO….. Llena tus pulmones, embriágate del olor a Lavanda, seguro que esta colonia no la vas a olvidar
OÍDO…… Agachate…. si como cuando eras un niño o niña y escucha el libar de las abejas entre las flores, una sinfonía que la madre naturaleza nos brinda.
TACTO….. «con cuidadín» acaricia las flores. Tus manos se impregnaran del aroma que desprenden.
Una maravilla para el espíritu.
A veces las cosas más sencillas,
son las que nos hacen más felices
Lavanda….. Espliego Campos de la Lavada