A pesar del frío, ya sabemos que enero es frío, el sol calentaba nuestros rostros cuando al pie de la presa del embalse de Buendía (Cuenca), tomamos en dirección sur el cañón del río Guadiela por su margen derecha, para realizar una geo-ruta (PR-CU 47) que nos llevaría hasta la Ermita de la Virgen de los Desamparados, patrona de Buendía.
El río Guadiela ha excavado y erosionado durante el Cuaternario, formando este precioso cañón. Si os gusta la geología, seguro que os fascinará este recorrido, donde se puede observar en sus paredes los movimientos de placas tectónicas, capas de rocas por plegamiento en posición totalmente vertical, dolomías, extractos horizontales, y hasta una pequeña ciudad encantada. Terminando en el meandro del río Guadiela, donde fue construida la ermita al abrigo de las dolomías del Cretácico Superior, que las aguas del río fueron excavando durante siglos. Una geo-ruta viajando por el pasado de la Tierra.
Disposición vertical de las capas de conglomerados y brechas dolomíticas
Detalle de los estratos de roca en posición vertical
Detalle de los desprendimientos de rocas
Durante este agradable paseo, dado que la ruta es de baja dificultad, nos deleitamos del paisaje en el silencio del entorno, pudiendo observar aves posadas en el lecho del río o emprendiendo su vuelo de forma majestuosa como la Garza Real, todo un privilegio.
Según materializábamos nuestro recorrido la vegetación cambiaba, desde las laderas escarpadas donde especies enraízan en paredes verticales y rocosas, hasta los pinos que cubrían parte del sendero. No podemos dejar pasar, esas plantas acuáticas que crecen en las riberas de los ríos, y que dan cobijo a aves y peces. El río nos ofrecía sus aguas de color turquesa, donde el sol con su juego de luces mañaneros, se divertía a dar destellos luminosos a nuestro caminar.
La mañana transcurría en un entorno perfecto, en el cual se aglutinaba paisaje, luz y silencios. Maravillosos momentos para escuchar nuestro interior y agradecer a la madre tierra el esplendor que nos brindaba ante nuestros ojos.
Seguimos nuestro sendero, el cual a cada recodo nos iba sorprendiendo cada vez más. En uno de ellos, y desde la altura, nos encontramos con un paraje admirable, que merece la pena pararse a contemplar. La vista que nos ofrecía el meandro del río Guadiela, donde en su arco externo está ubicada la ermita del siglo XVI, era de cuento.
En este lugar, habilitado como área de recreo, dimos cuenta de nuestros “manjares” senderistas, compartiendo risas y charlas, con la compañía de nuestros amigos, en un entorno privilegiado. Las sendas se saborean más, cuando las acompañan la amistad.
El río Guadiela, nos tenía preparada otra sorpresa a nuestro regreso con la caída de la tarde. Poco a poco la luz de día se iba apagando, dado penumbra al sendero, mientras en el cauce del río se reflejaban los cortados del cañón, quedando el paisaje a la calidez tenue de una tarde de invierno.
Día perfecto de enero, para perderse en los senderos con nuestros pensamientos y poder dar sosiego a ese “rum-rum” mental después de las fiestas navideñas.
RUTA: Lineal (ida y vuelta por el mismo camino)
DIFICULTAD: Baja
DISTANCIA: 12 km. aprox.
Había la leyenda……
MISTERIOS CONQUESES
En el pantano de Buendía muy cerca a este mar nos encontramos en un promontorio sobre el río Guadiela, las ruinas romanas de Ercávica situadas en Cañaveruelas, antigua ciudad romana, que adquiere el estatus de municipio, dentro de la provincia Hispania Citerior Tarraconensis, cuidad de gran importancia, y os contamos esta curiosidad porque el historiador romano Tito Livio, narra cómo la célebre y poderosa ciudad de Ercávica, horrorizada por los sufrimientos de otros pueblos, abrió sus puertas a los romanos, y habla de una ciudad celtibérica situada a escasos kilómetros del margen contrario del río.
Fuente: Seguir leyendo
Edificaciones utilizadas para la construcción de la presa

Detalle de los desprendimientos de rocas










El atardecer nos ofrece estos bellos reflejos


ENLACES DE INTERÉS: